Hacen 25 años, un día 2 de Enero de 1987, se hacía realidad un sueño largamente acariciado por los huencuechanos, en ese tiempo casi sin distingos … conformaban una gran familia que se había desarrollado al alero de la Familia Correa Montt, sin embargo ya cada uno de esos campesinos, poseía quizás lo más valioso para ellos, la Tierra, la que daba el alimento y el trabajo, la que había sido entregada a los que la trabajaban, a los que día a día regaban con su sudor los surcos del sembradío, eran tiempos de la Reforma Agraria, ya desvirtuada en sus orígenes y en su sentido, los campesinos sin asistencia, sin dinero para trabajar, doblemente engañados, añoraban los tiempos pasados.
Aún así, visionarios, un grupo, encabezado por Vicente Bustos, Ernesto y Sergio Morales, entre muchos más, soñaban con tener primeros auxilios, lo habían conversado, habían hecho campañas, y al fin, ese día se iba a ser realidad. En lo que era el antiguo Retén de Huencuecho, se iba a instalar la Posta…, muchos años, tiempo personal, dedicación y convicción daba sus frutos, la autoridad comunal, mandaba un funcionario residente para prestar las atenciones requeridas por la población… Era día de fiesta, quién sería, como sería, resistiría la soledad en estos campos tan alejados de la bullente actividad de la capital provincial…Habría que descubrirlo poco a poco.
Hoy 25 años después, quien escribe, que conoció Huencuecho desde antes de nacer, pero que vivía en la Capital de la República, empezó a oír hablar del “practicante”, así se les conocía por entonces a los paramédicos, de Don Luis, que era, y sigue siendo para los residentes del sector nor- oriente de Pelarco, un hombre, dedicado, entregado y uno más entre los campesinos,…. Lo conocí por allá por el año 1993, cuando mi padre requería frecuentemente atención, ya vivía acá, y conocí no solo al profesional, sino al ser humano, al hombre que con problemas, carencias, al igual que los demás daba más de su tiempo para aliviar los dolores y para contener a los familiares, y cosa extraña, con todos igual.. Para él no hay distingos, todos son hombres y mujeres que requieren de su ayuda profesional, es por eso que “LUCHO PASTILLA” se gano un lugar y un espacio en el corazón de los huencuechanos, lihueninos o pincoyanos, de los humildes de Pelarco, de los que solo pueden decir gracias…. Muchas gracias.
Hoy día, al saludarlo, y agradecerle, los 25 años de entrega y servicio, creo hacerlo en nombre de todos, quienes recibimos atención en la Posta de Huencuecho, y que trascienden los límites de la comuna, y del sector asignado, suponemos conocido y apreciado por las autoridades, y reiterado por los usuarios, es ejemplo de servidor público, para él, no hay horarios solo la atención requerida es lo importante… Don Luis, quién conoce a todos, por su nombre, y también por su apodo, el chacotero, el amigo y el profesional, fue ya destacado por la Comunidad de El arrozal, hace 3 años atrás como ejemplo de servicio y dedicación instaurando un reconocimiento anual en el marco de la creación de identidad local y rescate de las raíces, esperamos que quienes deban destacarlo y reconocerlo, lo hagan…. El pueblo, sus viejos y viejas desde hace 25 años Le agradecen y lo seguirán haciendo por los siglos de los siglos…
Aún así, visionarios, un grupo, encabezado por Vicente Bustos, Ernesto y Sergio Morales, entre muchos más, soñaban con tener primeros auxilios, lo habían conversado, habían hecho campañas, y al fin, ese día se iba a ser realidad. En lo que era el antiguo Retén de Huencuecho, se iba a instalar la Posta…, muchos años, tiempo personal, dedicación y convicción daba sus frutos, la autoridad comunal, mandaba un funcionario residente para prestar las atenciones requeridas por la población… Era día de fiesta, quién sería, como sería, resistiría la soledad en estos campos tan alejados de la bullente actividad de la capital provincial…Habría que descubrirlo poco a poco.
Hoy 25 años después, quien escribe, que conoció Huencuecho desde antes de nacer, pero que vivía en la Capital de la República, empezó a oír hablar del “practicante”, así se les conocía por entonces a los paramédicos, de Don Luis, que era, y sigue siendo para los residentes del sector nor- oriente de Pelarco, un hombre, dedicado, entregado y uno más entre los campesinos,…. Lo conocí por allá por el año 1993, cuando mi padre requería frecuentemente atención, ya vivía acá, y conocí no solo al profesional, sino al ser humano, al hombre que con problemas, carencias, al igual que los demás daba más de su tiempo para aliviar los dolores y para contener a los familiares, y cosa extraña, con todos igual.. Para él no hay distingos, todos son hombres y mujeres que requieren de su ayuda profesional, es por eso que “LUCHO PASTILLA” se gano un lugar y un espacio en el corazón de los huencuechanos, lihueninos o pincoyanos, de los humildes de Pelarco, de los que solo pueden decir gracias…. Muchas gracias.
Hoy día, al saludarlo, y agradecerle, los 25 años de entrega y servicio, creo hacerlo en nombre de todos, quienes recibimos atención en la Posta de Huencuecho, y que trascienden los límites de la comuna, y del sector asignado, suponemos conocido y apreciado por las autoridades, y reiterado por los usuarios, es ejemplo de servidor público, para él, no hay horarios solo la atención requerida es lo importante… Don Luis, quién conoce a todos, por su nombre, y también por su apodo, el chacotero, el amigo y el profesional, fue ya destacado por la Comunidad de El arrozal, hace 3 años atrás como ejemplo de servicio y dedicación instaurando un reconocimiento anual en el marco de la creación de identidad local y rescate de las raíces, esperamos que quienes deban destacarlo y reconocerlo, lo hagan…. El pueblo, sus viejos y viejas desde hace 25 años Le agradecen y lo seguirán haciendo por los siglos de los siglos…
