Un Verano Junto a ti, permitirá Que mas de 5000 pelarquinos disfruten de Iloca.

En memoria de Romualdo Aburto Mendez


Con profunda fe y recogimiento la Comunidad de La Batalla ha comenzado a despedir a Don Romualdo.

Líder campesino, precursor de la sindicalización campesina y de la Reforma Agraria, dirigente de los Asentamientos Campesinos y miembro de todas las instancias de participación del mundo campesino a partir de los años 5o, Don Romualdo llegó desde Maule a Pelarco ha sembrar la semilla de la participación activa en la solución de los problemas del mundo rural.

Consecuente con el evangelio fue un servidor por excelencia desde los diversos ámbitos en que la providencia y el Señor lo colocó. Opto muy joven por una posición y una militancia política, agrario laborista, falangista y a posterior demócrata cristiano, como el se definía, lucho decididamente por el mundo campesino.

Cuando en el país se instauraba una larga noche, en la que se conculcaron derechos y se negó sistemáticamente la organización de todo tipo para la ciudadanía, el junto a otros creo las condiciones para que la voz del campesino fuese escuchada.

Junto a otros hombres de Pelarco como Carlos Verdugo Neira, Jecho Castro, Manuel Aguilera, Orlando Ramos y muchos otros levantaron la voz, cuando pocos se atrevían a hacerlo.

Acogió el llamado de Don Carlos González C. Obispo de Talca, hoy en la gloria del Señor y formaron el CRATE, Fundación de la Iglesia Católica que tendió la mano al mundo campesino y a los que no tenían voz. Organizó a sus iguales en el Primer sindicato de trabajadores Agrícolas en La Batalla, participo de la fundación de la Comunidad Cristiana y la Junta de Vecinos, organizaciones en las que participó activamente hasta el día de su partida.

Hoy las Juntas de Vecinos, la Comunidad Parroquial de Pelarco, su partido la Democracia Cristiana, sienten el vació que ha dejado y desde las primeras horas de ayer le han acompañado y se han comprometido a tomar las banderas de la justicia, del reconocimiento al mundo rural, valores que siempre encarno.-