El pasado Sábado 23 de junio, fuimos testigos y activos participantes de una de las actividades con que la 1ª Compañía de Bomberos de Pelarco, conmemoraba un nuevo aniversario Institucional, mucho frio, en el cuartel que acogía a la familia bomberil pelarquina y delegaciones de otros Cuerpos de Bomberos, de la región y vecinas y vecinos que ya nos mostraban una actividad distinta, poca gente Pelarquina, una característica de este nuestro pueblo, aunque valoran la labor de los bomberos y demuestran de distintas formas su agradecimiento a ellos…..
Un reconocimiento a uno de los suyos, ya ausente, marco el inicio de la actividad, el bautizo de la sala principal, con el nombre de JOSE ALASTUEY COMA, bombero, y hombre de una trayectoria de larga data en la comunidad, y la entrega a su Viuda nuestra TANINA, de un hermoso recuerdo. Reconocido por todos y todas, luego una emotiva romería a su tumba en el Cementerio Parroquial. El frío de la noche, pareció aminorarse con la calidez de los que caminaban, en silencio y reflexión al camposanto, recordando, seguramente alguna de las múltiples carácterístas del Tío Pepe, su humanidad inmensa, su palabra siempre atenta, su sonrisa acogedora, y su ceño fruncido cuando algo no le parecía, pero al fin un gran hombre, y Bombero.
El día domingo por la mañana, participamos de la sesión solemne de aniversario, nuevamente el frío hacia de las suyas, comienza el acto, y a las primeras palabras, ya el espacio comienza a entibiarse, por la humanidad, allí presente, por la nobleza de los voluntarios, por el ambiente de un Pelarco Justo y feliz, por el agradecimiento de los presentes ante este esforzado equipo que resta horas de descanso personal, para ponerse al servicio de sus hermanos, reconocidos por su labor, casi anónima, su entrega y sacrificio luego del terremoto, su rápido accionar, su presencia en accidentes, llevando los primeros su ayuda en temporales… ese es indudablemente el Pelarco soñado, el queremos, donde no sobra nadie, todos son importantes y necesarios en la construcción de una mejor comuna, una que tenga los brazos tan largos que abrace a todos y cada uno de sus habitante, en su felicidad y en su dolor, en las angustias y en las fiestas, un PELARCO MAS JUSTO, MAS SOLIDARIO, MAS CONSTRUCTIVO…
