Como en las historias más oscuras de la realeza, al futuro monarca Benjamín I lo cambiaron al nacer. En su caso los responsables fueron los cortesanos del Hospital de Talca, quienes no querían que su sangre azul llegara al trono del colegio De María, en la Región del Maule.
Pese a los esfuerzos de los insurrectos, el príncipe Benjamín I logró reencontrarse con su reina madre luego de vivir cerca de un año en la casa de otra noble, quien lo regaloneó como a uno de los suyos.
Como a sus 6 pepitas aún Benjamín I es muy joven para conocer el complot de los vasallos que quisieron alejarlo de su reinado, su madre, Cecilia Castro, no quiere contarle el gran secreto todavía.
Lo que el niño no sabe es la dramática historia que vivieron sus papis, los Garrido Castro, quienes quedaron sin aliento cuando la entonces diré del hospital de Talca, Ximena Bizama, les contó que Benjita había sido entregado erróneamente a Lucy Soto, en Pelarco. Benjamín hoy asume como algo cotidiano viajar seguido a la zona para visitar a Lucy, a su hijo Cristian, criado más de un año por los Garrido Castro- y a los otros cuatro hijos de la familia. "Me gusta ir a Pelarco porque juego mucho y como cosas ricas", cuenta Benjamín I, quien no cacha por qué se siente tan bien cada vez que viaja al reinado vecino.
Pese a los esfuerzos de los insurrectos, el príncipe Benjamín I logró reencontrarse con su reina madre luego de vivir cerca de un año en la casa de otra noble, quien lo regaloneó como a uno de los suyos.
Como a sus 6 pepitas aún Benjamín I es muy joven para conocer el complot de los vasallos que quisieron alejarlo de su reinado, su madre, Cecilia Castro, no quiere contarle el gran secreto todavía.
Lo que el niño no sabe es la dramática historia que vivieron sus papis, los Garrido Castro, quienes quedaron sin aliento cuando la entonces diré del hospital de Talca, Ximena Bizama, les contó que Benjita había sido entregado erróneamente a Lucy Soto, en Pelarco. Benjamín hoy asume como algo cotidiano viajar seguido a la zona para visitar a Lucy, a su hijo Cristian, criado más de un año por los Garrido Castro- y a los otros cuatro hijos de la familia. "Me gusta ir a Pelarco porque juego mucho y como cosas ricas", cuenta Benjamín I, quien no cacha por qué se siente tan bien cada vez que viaja al reinado vecino.