Lo buscaron por tantos años con la humildad que los caracteriza. No lo decían, pero íntimamente Gustavo Valdebenito y Luis Fernando Corvalán sabían que tarde o temprano iba a llegar la gloria de ser Campeones de Chile. Ahora lo son, en una temporada en la que además ganaron por segunda vez la Final de Rodeos Para Criadores y conquistaron el Clasificatorio de Lautaro.
Una tarde que los jinetes de Peleco soñaron y que se volvió realidad en los lomos de los criados Compadre y Quitralco.
- Gustavo, ¿es un sueño cumplido?
"Es un sueño hecho realidad. La verdad es un sueño, nunca lo pensé. Yo creo que de todos los chilenos, un 99 por ciento tiene un sueño y al 98 se le cumplen y gracias a Dios y a la Virgen a mí por lo menos se me cumplió. Espero tomarlo con la mayor calma posible y con los pies bien pegados a la tierra. Mañana sigue todo igual, dar gracias y dedicarle el triunfo a mi señora y mi hijo que no pudieron venir y a toda la gente que trabaja con nosotros. Somos poquitos, pero buenos: el herrero, los veterinarios, los petiseros, a todos, porque somos una familia en Peleco, hay pocas diferencias entre patrón y empleado, y sé que ellos están más contentos que nosotros"
- Luis Fernando, ¿qué sientes después de este gran triunfo?
"Muy contento, porque queríamos hacer un buen papel nada más, ojalá llegar al cuarto toro y gracias a Dios se dieron las cosas. Habíamos sido segundos y terceros, y ahora fuimos primeros, estaba muy difícil la competencia. Se lo dedico a mi señora, mi papá, mi mamá, a toda mi familia, a mi compañero, a los caballos que respondieron, a los petiseros, a todos".