Fue un 1º de Mayo de 1886, el día en que núcleos de trabajadores de todas las ramas, elevan la voz para reclamar 8 hrs diarias de trabajo, cuando lo normal eran 12 y hasta 14 hrs., por esta razón , no es una fiesta cualquiera, es el día en que hombres y mujeres de todo el mundo, se unen en una común aspiración…” la mejora de las condiciones de trabajo, hacia niveles, d justicia, hermandad y responsabilidad social en el mundo laboral”
Sin embargo, quisiera destacar n forma especial al trabajador campesino, a ese que trabajaba de sol a sol, el que con sus manos cultiva la tierra para obtener mejores frutos, al que trabajaba en condiciones infrahumanas, y ante lo cual un grupo de 20 sindicatos, representando, fundada a mas de 1800 trabajadores, a fines de 1952, en Molina deciden, con la ayuda de la ASICH por Alberto Hurtado, hoy santo, que les capacitó y les devolvió la dignidad, y con el apoyo de Don Manuel Larraín, del entonces regidor y abogado Emilio Lorenzini, padre del actual Diputado y de la mano de Don Luis González Leyton, hacer la ¡ª huelga sindical campesina en reivindicación de sus derechos y su dignidad…no fue fácil, detenciones, y Molina lugar habitual de relegación a quienes se les aplicaba la ley de defensa de la democracia, llamada ley maldita, fue escenario de lucha por valores y convicciones, de sentir que la jerarquía de la Iglesia Católica y algunos políticos, estaban de su lado, que animo y dio sus frutos…
De esa lucha, nacieron múltiples sindicatos campesinos y muchos nuevos líderes, inspirados por la doctrina social de la Iglesia, y las luchas de los sindicalistas de la mano de Luis Emilio Recabarren, dos fuentes distintas que convergen en el bien común… de allí nace un Romualdo Aburto, un Carlos Verdugo, Ventura Ávila., Rolando González, Hilario Roco, Ramón Martínez y cientos de Pelarquinos que hicieron suya la lucha, de allí la importancia de la fecha, no es un numero rojo en el calendario, no s un día de descanso as, es el DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO.. y como tal se conmemora en el mundo entero desde 1930, año en que la ONU, así lo decreta
A todos los trabajadores, del campo y la ciudad, de las industrias y las minas, los pescadores y artesanos, los intelectuales, profesores, carabineros, trabajadores de la educación, la salud y servicios, de las dueñas de casa que día a día hacen maravillas en sus casas, a los que usan su mente para apoyar, en fin a todo aquel que trabaja, muchas veces sin salario… solo por la recompensa de estar colaborando en hacer de Chile, una patria justa en la cual todos tienen su lugar…
Edgardo Yáñez Ramírez….